Alertan que si no se realizan inversiones en infraestructura fluvial, la Argentina será un “puerto secundario”
La Argentina enfrenta un gran desafío con respecto a sus terminales portuarias que deben ser ampliadas para barcos de mayor tamaño, como lo está haciendo gran parte del mundo, en una tarea que si no se encara rápidamente hará que el país quede como un “puerto secundario” en transporte fluvial.
Esta realidad acotaría un gran nivel de oportunidades que afronta el país en un futuro inmediato para su crecimiento en exportaciones, y el país debe aceptar las nuevas reglas internacionales que ya establecen puertos para barcos de mayor calado, que en la actualidad no pueden operar en la Argentina.
Estas apreciaciones fueron realizadas por el especialista Ricardo Sánchez, señor economic Affaire Officer de Naciones Unidas, en el marco del panel “Infraestructura logística para la Competitividad”, en el. 49º Coloquio de IDEA.
Según Sánchez, el mundo cambia hacía nuevos modelos de consumo y de transporte de los mismos, a una “velocidad que la Argentina no responde”, y de seguir en esta postura se “quedará afuera de estas oportunidades extraordinarias”
Estos nuevos bienes de consumo que reclama el mundo necesita de transportes acordes a esa demanda, y en ese escenario, ya quedaron fuera de circuito que se denominan “Barcos Panamax”, “ya que ahora los nuevo buques tienen el doble de calado y longitud que los que habitualmente los puertos argentinos están preparados para recibir”.
Sánchez planteó que estos barcos que tienen 350 metros (contra los 220 de los panamax) el doble de calado también resuelven temas de costos la ser 23% más económicos.
“Los puertos de Argentina están en una etapa de agotamiento, mientras los puertos del mundo y mucos de la región privilegian estos nuevos buques en recepción y construcción y a los actuales los manda a deshuese”, advirtió el especialista.
Sánchez, agregó: “No es esta la mejor idea para tener un nivel de competitividad mundial y reinsertarse en el mercado mundial .Nosotros seguimos viendo la realidad fluvial como hace 100 años y eso nos quita una herramienta clave de productividad, y debemos modificarlo”, planteó.
Asimismo, alertó como ejemplo que el puerto de Buenos Aires está “en camino de convertirse en menos de 5 años en un puerto secundario”, si no se adapta a los cambios de infraestructura.