Aseguran que las reservas de petróleo y gas no convencional identificadas en el mundo ya equivalen a 6.600 trillones de pies cúbicos
El gerente de Recursos No Convencionales de Tecpetrol, Mauro Soares afirmó que las reservas de petróleo y gas no convencional identificadas a nivel mundial ya alcanzan los 6.600 trillones de pies cúbicos, y en la Argentina pueden ser la "solución" para dejar de importar energía, aunque representan un enorme desafío porque su extracción es muy "costosa y requiere de fuerte inversiones", mientras sus resultados se ven a largo plazo.
Soares dijo que las reservas estimadas de shale gas o de petróleo en la Argentina ascienden a los 774 trillones de pies cúbicos, en áreas como Vaca Muerta, la Cuenca Chaco-Paranaense, el Golfo de San Jorge –donde se produce el 50% del crudo argentino-, y la cuenca austral, entre otros.
Destacó que Vaca Muerta "ya está en la etapa de pruebas pilotos, que pueden ser de 15 ó 20 pozos, cada uno de los cuales requiere una inversión de unos 8 millones de dólares".
La magnitud de las reservas de energía no convencional es significativa, ya que la Argentina consume unos 1,5 trillones de pies cúbicos de gas por año, según Soares, quien consideró que para que las empresas inviertan en la Argentina será necesario garantizarles un "rendimiento suficiente en el tiempo" y destacó que "hay un potencial científico y tecnológico, y una enorme necesidad de recuperar el abastecimiento, y eso nos va llevar a armar el gran proyecto de petróleo no convencional en la Argentina".
Los recursos no convencionales son gas y petróleo como cualquier otro, pero la diferencia es que se producen de piedras o rocas muy poco permeables.
Se llaman informalmente shale gas o el shale oil, arenas compactadas y bloques de carbono, del cual se extrae metano.
"Son rocas que están muy compactas pero tienen un alto contenido orgánico, ubicadas a mucha profundidad, que tienen una elevada temperatura que permite luego hacerla fluir a través de una diferencia de presión generada tras una perforación", explicó Soares, quien señaló que las piedras son en general de "cuarzo, carbonatos y arcillas, éstas últimas son muy dúctiles".
Soares sostuvo que esas piedras "tienen distintos componentes y espacios muy pequeños, del orden de los micrones, a los cuales hay que llegar con una técnica que permita extraer el petróleo o gas" y señaló que "están a una profundidad de los 2.000 ó 3.000 metros, muy alejados de las napas de agua por lo que no hay riesgo de contaminación, y técnicamente el sistema está muy controlado, y físicamente están muy lejos".
"Es un recurso muy grande en extensión y volumen, y la desventaja es que la roca requiere más inversión y no es fácil encontrar y hacerla producir", señaló Soares, quien señaló que "los pozos verticales se usaban para los sistemas tradicionales, hoy ya se usan otro tipo de perforaciones".
Soares dijo que en la actualidad se usa estimulación hidráulica, que es inyectar agua, químicos y una arena granulada que permite que al ceder la presión no vuelva la formación a su lugar", mientras que la otra técnica es el "pozo horizontal, que cuesta más caro pero produce más que el convencional".
"Son pozos masivos, todos distintos, tienen una fuerte declinación inicial, rinden mucho en el primer año y luego pierden el 50 por ciento de su capacidad de producción durante varios años", detalló Soares.
Como técnica, explicó que se deben hacer "varios pozos, para evitar la huella en superficie, por eso es importante la economía de escala"
Las reservas de shale detectadas hasta ahora se ubican en China, Estados Unidos, Argentina., México, Europa, Sudáfrica y Australia.
Desde el 2007 existe un fuerte crecimiento del shale en Estados Unidos, con un mercado muy fluido de ventas a futuro.
Inicialmente la sobreoferta en el mercado de Estados Unidos hizo que la actividad de perforación migrara, intensificando los pozos originales en jugadores no convencionales..
Soares dijo que después de la crisis del 2009, cuando cayó el precio del petróleo, se recuperó y aumentó mucho la perforación.
Estados Unidos ya produce 25 por ciento de su gas en shale, lo cual equivale a seis veces la producción de la Argentina.
"Esto cambió la perspectiva de Estados Unidos, de una proyección que tenían de importar, ahora creen que serán netos exportadores de gas y si bien los precios cayeron mucho, la idea del mercado es que volverán a recuperarse", dijo Soares.
Estimó, además, que Estados Unidos "puede llegar a importar nada de petróleo y cambiar la situación geopolítica del petróleo, y reducirán 10 % la importación".
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