Empresarios y especialistas reconocieron la necesidad de que el Estado intervenga para mejorar las condiciones de la actividad privada
El panel “¿Cómo lograr una articulación público-privada eficaz?” que se desarrolló durante el Coloquio Anual de Idea contó con la presencia de empresarios y especialistas que discutieron sobre el rol del Estado en la economía y coincidieron en destacar las ventajas de una buena articulación entre lo público y lo privado.
Para empezar, el presidente de Vinos de Argentina, Alberto Arizu, destacó la importancia de la articulación entre los sectores público y privado a la hora de trazar “estrategias más eficaces”.
El empresario repasó algunas de las acciones y logros que se desarrollaron durante los últimos años, a partir de la creación de la Marca País, la sanción de la ley nacional vitivinícola y la creación de Vinos de Argentina, la cámara sectorial responsable de la promoción de los vinos en el exterior.
Arizu afirmó: “el Estado cumple un rol importante apoyando la iniciativa privada, pero también llevando adelante políticas genéricas que derramen sobre todo un determinado sector”.
En esta línea, el ejecutivo vitivinícola resaltó el proceso que se dio entre los años 2000 y 2004, cuando “toda la industria” y representantes del Estado se sentaron a “consensuar una política y una estrategia” para el sector.
A su turno, el secretario de Asuntos Internacionales de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), Rubén Cortina, sostuvo que el gran objetivo debe ser lograr “no sólo la competitividad de la empresa, sino del país”.
“Tenemos una cantidad de personas subempleadas en trabajo informal que no están abarcadas por la negociación colectiva. Ahí el Estado debe actuar”, sostuvo el dirigente sindical.
Explicó que “si la cuestión productiva o laboral la vemos sólo desde la empresa, caemos en la crisis social, porque lo que necesitamos es una competitividad global, multifacética, donde el conjunto de la sociedad argentina acompañe el proceso de integración”.
El dirigente de la Federación de Empleados de Comercio pidió “abandonar posiciones extremas sobre los roles del Estado y del sector privado” y dijo que “si estamos hablando de articulación entre lo público y lo privado, debe ser una prioridad que el Estado tenga un rol clave”.
“Acá hay una gran confusión con los conceptos, porque el mercado tiene 2.000 años, el capitalismo 200 y la globalización 25, y esto lleva muchas veces a promover políticas incorrectas. Por eso desde el sector sindical nos interesa mucho esta interrelación, porque hay que reconstruir un sistema de relaciones laborales en la Argentina y hay que ver cómo avanzamos hacia un mercado de trabajo que tenga en cuenta cómo está avanzando la región”, sostuvo Cortina.
También participó del panel el presidente de la COPAL y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien defendió la articulación público privada pero advirtió sobre los riesgos de que los empresarios y el Gobierno tengan demasiada cercanía.
En ese sentido, defendió los modelos institucionales de concertación entre los sectores público y privado pero aclaró que los empresarios “no deben ser la claque del gobierno” de turno.
En la misma línea, abogó por adecuados modelos de diálogo social, que en algunos lugares son espacios institucionales, como Consejos.
Funes de Rioja consideró necesaria la existencia de “coordinación y articulación”, y destacó la necesidad de que cada uno de los actores mantenga su identidad: “El rol sindical es central pero debe ser sindical y no mimetizarse con la política; ni los gobiernos ser gurúes, ni los empresarios tenemos que cumplir el pobre rol de ser la claque”, en alusión al grupo de personas que asisten a un espectáculo con el fin de aplaudir en momentos señalados.
“Creo firmemente que quienes somos empresarios o representamos al sector, tenemos un rol a cumplir, no travestirnos, no disfrazarnos de gobierno ni ser cariñosos ni populistas, porque debemos ser buenos”, graficó.
Finalmente, expuso el rector de la Universidad Torcuato Di Tella, Ernesto Schargrodsky, quien sostuvo que “la sociedad argentina ha elegido de distintas formas que el Estado desarrolle un rol importante en la economía”, y consideró que el “desafío” de los empresarios es encontrar un “balance” en la articulación entre lo público y lo privado.
“Tenemos que encontrar ese balance. La solución no va a venir de ningún extremo, ni de la producción puramente pública ni de la privada. La sociedad argentina ha elegido de distintas formas que el Estado desarrolle un rol importante en la economía y es un desafío para los empresarios encontrar ese balance”, dijo el académico.
>> volver
El panel “¿Cómo lograr una articulación público-privada eficaz?” que se desarrolló durante el Coloquio Anual de Idea contó con la presencia de empresarios y especialistas que discutieron sobre el rol del Estado en la economía y coincidieron en destacar las ventajas de una buena articulación entre lo público y lo privado.
Para empezar, el presidente de Vinos de Argentina, Alberto Arizu, destacó la importancia de la articulación entre los sectores público y privado a la hora de trazar “estrategias más eficaces”.
El empresario repasó algunas de las acciones y logros que se desarrollaron durante los últimos años, a partir de la creación de la Marca País, la sanción de la ley nacional vitivinícola y la creación de Vinos de Argentina, la cámara sectorial responsable de la promoción de los vinos en el exterior.
Arizu afirmó: “el Estado cumple un rol importante apoyando la iniciativa privada, pero también llevando adelante políticas genéricas que derramen sobre todo un determinado sector”.
En esta línea, el ejecutivo vitivinícola resaltó el proceso que se dio entre los años 2000 y 2004, cuando “toda la industria” y representantes del Estado se sentaron a “consensuar una política y una estrategia” para el sector.
A su turno, el secretario de Asuntos Internacionales de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), Rubén Cortina, sostuvo que el gran objetivo debe ser lograr “no sólo la competitividad de la empresa, sino del país”.
“Tenemos una cantidad de personas subempleadas en trabajo informal que no están abarcadas por la negociación colectiva. Ahí el Estado debe actuar”, sostuvo el dirigente sindical.
Explicó que “si la cuestión productiva o laboral la vemos sólo desde la empresa, caemos en la crisis social, porque lo que necesitamos es una competitividad global, multifacética, donde el conjunto de la sociedad argentina acompañe el proceso de integración”.
El dirigente de la Federación de Empleados de Comercio pidió “abandonar posiciones extremas sobre los roles del Estado y del sector privado” y dijo que “si estamos hablando de articulación entre lo público y lo privado, debe ser una prioridad que el Estado tenga un rol clave”.
“Acá hay una gran confusión con los conceptos, porque el mercado tiene 2.000 años, el capitalismo 200 y la globalización 25, y esto lleva muchas veces a promover políticas incorrectas. Por eso desde el sector sindical nos interesa mucho esta interrelación, porque hay que reconstruir un sistema de relaciones laborales en la Argentina y hay que ver cómo avanzamos hacia un mercado de trabajo que tenga en cuenta cómo está avanzando la región”, sostuvo Cortina.
También participó del panel el presidente de la COPAL y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien defendió la articulación público privada pero advirtió sobre los riesgos de que los empresarios y el Gobierno tengan demasiada cercanía.
En ese sentido, defendió los modelos institucionales de concertación entre los sectores público y privado pero aclaró que los empresarios “no deben ser la claque del gobierno” de turno.
En la misma línea, abogó por adecuados modelos de diálogo social, que en algunos lugares son espacios institucionales, como Consejos.
Funes de Rioja consideró necesaria la existencia de “coordinación y articulación”, y destacó la necesidad de que cada uno de los actores mantenga su identidad: “El rol sindical es central pero debe ser sindical y no mimetizarse con la política; ni los gobiernos ser gurúes, ni los empresarios tenemos que cumplir el pobre rol de ser la claque”, en alusión al grupo de personas que asisten a un espectáculo con el fin de aplaudir en momentos señalados.
“Creo firmemente que quienes somos empresarios o representamos al sector, tenemos un rol a cumplir, no travestirnos, no disfrazarnos de gobierno ni ser cariñosos ni populistas, porque debemos ser buenos”, graficó.
Finalmente, expuso el rector de la Universidad Torcuato Di Tella, Ernesto Schargrodsky, quien sostuvo que “la sociedad argentina ha elegido de distintas formas que el Estado desarrolle un rol importante en la economía”, y consideró que el “desafío” de los empresarios es encontrar un “balance” en la articulación entre lo público y lo privado.
“Tenemos que encontrar ese balance. La solución no va a venir de ningún extremo, ni de la producción puramente pública ni de la privada. La sociedad argentina ha elegido de distintas formas que el Estado desarrolle un rol importante en la economía y es un desafío para los empresarios encontrar ese balance”, dijo el académico.
>> volver
