Las economías de Estados Unidos y Brasil tendrán que reencauzarse para evitar mayores consecuencias de la crisis, según especialistas
El panel “La agenda regional: Brasil y Estados Unidos. Situación actual, perspectivas y su influencia en la región” reunió especialistas que coincidieron en remarcar la gravedad de la crisis por la que atraviesa el mundo occidental y mencionaron posibles salidas en cada país.
Durante el panel –que estuvo moderado por el ex ministro de Economía, Miguel Peirano-, la economista Kristin Forbes, ex asesora de la Casa Blanca durante la administración de George W. Bush, advirtió que la revitalización de la economía de los Estados Unidos será “muy lenta”, debido a que los consumidores de ese país, que deberían ser “el motor de la recuperación”, hoy sufren una importante pérdida de patrimonio y un alto nivel de desempleo.
Forbes, profesora de Economía Global en la escuela de administración del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), señaló que ni los estímulos del Gobierno federal, ni el buen momento de las exportaciones, ni la bonanza de algunas empresas alcanzarán para que se recupere la economía estadounidense, sino se reactiva el consumo.
La economista norteamericana fue remarcando las debilidades de la actual situación en los Estados Unidos, y concluyó que “el consumidor es el gran factor” para que el país supere la crisis, pero que esa recuperación “no será rápida ni sencilla”.
“El gobierno de (Barack) Obama tomó medidas sin precedentes para aflojar la tirantez monetaria y eso hizo que el ajuste no se sintiera tanto en la economía real. Fue un desembolso realmente fuerte; algo que sólo se hizo en épocas de guerra. Y, sin embargo, pese al estímulo enorme del gobierno y el apoyo del Banco Central, pese al grave endeudamiento que esto implicó, la recuperación no es lo suficientemente rápida”, explicó Forbes, quien asesoró al gobierno de George W. Bush entre 2003 y 2005.
En cuanto al sector empresario, Forbes dijo que “hay corporaciones que pasan un buen momento de crecimiento en la productividad, la rentabilidad y han acumulado efectivo para invertir”, pero aclaró que “este proceso sólo beneficia a las grandes compañías, mientras que las pequeñas se las están viendo en dificultades, y son justamente ésas las que crean la mayor parte del empleo”.
Por su parte, el economista jefe del Itaú Unibanco, Ilan Goldfajn, se refirió a la situación por la que está pasando Brasil y advirtió que la economía de ese país se desacelera “más rápido de lo pensado”. Vaticinó que sólo crecería 3,7 por ciento en el 2012, aún en un escenario optimista.
“La tasa de crecimiento para el tercer trimestre estará en el 0,6 por ciento con relación al segundo. La economía brasileña se desacelera más rápido de lo pensado”, sostuvo el especialista, al trazar un escenario sobre lo que puede venir en Brasil.
Sostuvo que “es importante para Brasil no desacelerar tanto” y estimó que “si hay crisis el real se puede ir a 2,10 por dólar”.
Explicó que la clase media brasileña tendrá un rol clave para que la desaceleración no sea aún mayor: “En 2003 había 80 millones de personas de clase media, y en 2009 ya había 114 millones. Estimamos que rápidamente se sumarán 27,9 millones de brasileños. A ese sector social, pero para ello se deberá seguir mejorando la calidad de la educación”.
El economista del Itaú señaló que “el escenario global mostrará un crecimiento muy lento en el mundo., con una Europa que aguarda la reestructuración de deuda de Grecia, porque si ello no ocurre, podemos tener un nuevo Lehman Brothers con acento español, alemán o francés”.
“En Brasil creo que vamos a tener que reducir la deuda y mantener una estrategia de sostenidas exportaciones, donde el crecimiento buscará a los mercados emergentes, que a su vez deberá impulsar el surgimiento de más clase media, para fomentar el consumo”, indicó.
Goldfajn dijo que “es posible que Brasil continúe creciendo al 4/5 por ciento anual si la crisis no se agudiza, pero no exportando a Estados Unidos y Europa, sino concentrándose en China y países asiáticos”.
En tanto, el ex director de la CEPAL para América Latina Bernardo Kosacoff aportó la visión más local de lo que ocurre tanto en EEUU como en Brasil y advirtió sobre la necesidad de construir una “nueva agenda con Brasil” para avanzar en un proceso de producción complementaria y mayor valor agregado, con el objetivo de enfrentar el desafío del crecimiento en un contexto internacional inestable.
“Tenemos que armar una nueva agenda estratégica con Brasil, a ver si tenemos una visión optimista y avanzamos en la complementación y especialización, porque hacemos lo mismo, vendemos insumos agropecuarios pero no los diferenciados”, remarcó.
Como temas posibles para incorporar al temario de mencionó que “Brasil descubrió mucho petróleo, y eso va a abarcar por ejemplo a la cadena de producción metalmecánica, va a necesitar barcos, helicópteros, tubos; o con la realización del Mundial de Fútbol y las Olimpíadas, Argentina puede dar servicios”.
Kosacoff remarcó que para competir contra los “meteoritos o los tsunamis” –como llamaron el español Xavier Sala i Martín y Kristin Forbes a la irrupción de trabajadores de asiáticos en el mercado, propuso “buscar potencialidades y capacidades”.
“Brasil es nuestra alianza estrategia y hay que pasar de la actitud defensiva a encontrar un mejor lugar del mundo y repartir mejor la torta porque no hay desarrollo con pobreza”, apuntó.
“Tenemos que avanzar en el cambio de competitividad ya no por precio, porque con la devaluación no podemos, y ver dónde está la innovación. Hay mucho para avanzar, tenemos que incorporar más valor y aprovechar recursos naturales”, destacó.